Para conocer el entorno natural que envuelve al pueblo de Okondo no hay nada mejor que recorrerlo en un paseo circular por el que es fácil encontrarse a las vecinas y vecinos caminando.
Subiendo hacia caseríos como el de Gomesti y Carrascal, que prevalecen pese a los muchos años transcurridos , después de una pequeña pendiente, la vista alcanza los txakolis de Astobiza.
Ahí hay que girar a la izquierda para adentrarse en el barrio de Jandiola, con caseríos y chalés salpicando el verde paisaje. Las ovejas y las vacas, el canto de los pájaros y una vegetación exuberante acompañan durante todo el recorrido.
Siguiendo el sendero se sale a la plaza del pueblo y se alcanza la iglesia. En dirección al cementerio, una pendiente baja a la izquierda y lleva hasta un parque de juegos para perros y el roble de Unza. Por ese sendero se alcanza el campo de fútbol, las piscinas y el barrio de Unzabetze, desde el que se coge la carretera de Malkuartu para salir nuevamente a la general.