La imagen de la Yeguada Okondo es bien conocida. Fue la primera, a la entrada del pueblo, y sus instalaciones se han usado durante décadas para practicar un deporte antiguamente bastante exclusivo.
Después abrió sus puertas el Club Hípico Okondo y la afición por este deporte se extendió, en el pueblo y entre gente foránea.
De 2024 es el Centro Ecuestre Alda. Con este ya son tres los lugares donde aprender a montar o simplemente disfrutar de una tarde diferente.
Este último, además de una escuela de equitación, es un centro de descanso y retiro deportivo para aquellos animales con lesiones o con demasiados años para la competición.
Andoni habla de prados de descanso para volver a ser caballos.
Bella de Imotz es su yegua más antigua, con la que empezó a criar caballos de deporte. Ella le observa mientras ve crecer sus habilidades y sus sueños.