En Artziniega la sokatira ha sido, tradicionalmente, el deporte estrella. En los años 60 y 70 el recordado equipo de ‘los gordos’ lo ganaba todo gracias a su desproporcionada fuerza. Era imposible tumbar a aquellas moles de hombres grandísimos.
En la propia villa se celebró algún campeonato nacional. La sencillez de este deporte hace pensar que se trata de una tradición milenaria que se ha mantenido a lo largo de los siglos en muchas partes del mundo, entre ellas Euskadi, donde se practica en equipos formados por ocho miembros, con pesos límites de 560, 640 y 720 kilos, según la categoría.
La soga o cuerda ha de ser gruesa, y en la mitad se ata una cinta y unas marcas en el suelo. El objetivo es conseguir que el equipo contrario traspase ese punto medio. La figura del ‘botillero’ es fundamental, es quien dirige el esfuerzo con gritos de ánimo, formando parte del espectáculo de la sokatira.