Roberto y Nerea empezaron a hacer pan en casa, por placer y afición. Hasta levantaron un pequeño horno de leña donde metían una docena de panes. El boca a boca hizo el resto.
En diciembre de 2013 abrieron las puertas y desde entonces no han dejado de crecer. Aquí se vende pan de masa madre ‘de cultivo’, esto es, el pan nace de una base de agua y harina que van alimentando, sin ningún tipo de levadura.
La masa madre de cultivo hace que el largo tiempo de fermentación se coma los azúcares de la harina, de ahí la acidez característica del pan y menor índice glucémico. Conocido en el gran Bilbao y en toda la comarca, los encargos no faltan, incluso de nutricionistas.
Se encuentran entre los mejores 80 panaderos da La Ruta Española del Buen Pan, y van sumando otros premios a su lista de encuentros con la clientela.
Miércoles, viernes, sábados y domingos las estanterías están repletas: integral o semi integral, el de pasas y nueces es uno de los más requeridos o el gallego, con centeno… La repostería, casera también es un buen reclamo.