Las morcillas de Artziniega tienen fama antigua y un nombre propio: Avelina Torre Revilla.
Procedente de un pueblo de Burgos, llegó en 1929, siendo una niña, junto a sus padres a la Goiko Plaza donde abrieron una casa de comidas.
Cuando se casó se trasladó a la Avenida Amezola, y en los bajos de su hogar estableció una pequeña industria para la elaboración artesanal de embutidos.
Y en 1955, tras quedarse viuda, destinó todo el dinero que había ahorrado a crear la empresa Embutidos La Encina, Avelina Torre Revilla (Vda. de Ibarra).
Hoy, La Txori, como todos conocen aquí el despacho de las legendarias morcillas de Avelina, vende sus productos a lugareños y foráneos.