Okondo ha sido un pueblo donde tradicionalmente se ha hecho txakoli. En los caseríos se cultivaba este tipo de uva que permitía la elaboración de unos caldos más bien amargos. Y en San Román, la casa de Agirre, la que se conoce como ‘el txakoli’, y su bolera de tierra a la misma puerta, forman parte de la historia de este lugar.
La bodega Astobiza ha revolucionado aquellos caldos antiguos hasta conseguir ser un referente mundial, con un txakoli que se distribuye por 42 países.
Ubicada en el barrio de Jandiola, está muy arraigada a la tierra. Desde los ventanales del edificio principal se ven las vides ascender por la ladera en un espacio natural incomparable, donde se producen sus vinos monovarietales y el 100% de la uva es de variedades autóctonas, principalmente Ondarribi Zuri, y una pequeña parcela de Izkiriota.