Una forma de disfrutar guiada por la memoria
Rodeada de tierras fértiles, de vides que sosiegan los fríos invernales y rezuman alegría en verano, anunciando la próxima cosecha, Labastida es la villa noble por excelencia.
Sus calles, las piedras que asoman a estas fachadas solemnes, señoriales y sobrias, hablan de un pueblo fuerte, lleno de historia y de leyendas.
Es la nobleza campesina, sin galas excesivas, la que deslumbra al visitante. Son sus lugareños, hombres y mujeres que habitan al interior de estos antiguos muros de piedra y estas casas inmensas, quienes labran esta tierra y miman estas vides.
De sus manos y de la tradición de su laborioso trabajo llegan a las mesas de tantos los mejores caldos. Tierra de buen vino y calles nobles repletas de arte, con el río Ebro y el monte Toloño como enmarques naturales.
La revista National Geographic ha elegido en 2023 Labastida entre los 10 pueblos más bonitos de Euskadi.
La memoria de Labastida
Procedente de Navarra, Ignacio lleva viviendo en Labastida más de veinte años. Amante del mundo del ayer, en su casa tiene una colección de todo tipo de objetos que se utilizaban en el día a día antiguamente.
Tiene varios álbumes con imágenes del municipio que amablemente nos ha cedido.
Eskerrik asko Ignacio
Pascual Oñate (1844-1905) y su hijo Emilio Oñate Reynares (1887-1918) médico de profesión, abrieron en Labastida, uno de los primeros estudios fotográficos de Álava. En 1878 se establecieron en Vitoria donde también fabricaron cámaras fotográficas.
Gracias a sus fotos, la mayoría imágenes de ámbito familiar, se pueden reconstruir paisajes y costumbres de la vida rural y urbana alavesa y, en especial, de la Rioja Alavesa, La Rioja y Burgos.
Este comedor de abejas es inconfundible por la policromía de su plumaje. Se trata de una especie de clima mediterráneo que coloniza algunas zonas del sur del Territorio. Se les puede ver posados descansando en los cables del tendido eléctrico, nunca en el suelo.
Viven en colonias grandes y tras la cría emigran hacia el continente africano.
Es una especie de gran tamaño que se puede encontrar en altura y zonas de viento. Una de las más bellas y reconocibles en la península ibérica.
Se caracterizan por sus alas de color negro y amarillo crema, y los bordes posteriores de las alas traseras se asemejan a las colas de las golondrinas.
Si quieres llevar contigo las memorias de los pueblos de Álava, incluso sin conexión, descarga los catálogos en formato PDF y podrás leerlos en cualquier lugar y en el momento que más te apetezca.
Una forma de disfrutar guiada por la memoria
El devenir de nuestros pueblos a través de sus protagonistas, de las gentes que los han trabajado y vivido para dejarnos un recuerdo de su pasado y una perspectiva del futuro que hemos de encontrar.