Etapa 5. Alda – Genevilla
El Camino Ignaciano, todavía poco conocido, ofrece la oportunidad de peregrinar lentamente y en silencio.
Esta etapa es una de las más solitarias y especiales. 18,5 kilómetros atravesando el Valle de Arana y pasando por San Vicente, con dos opciones para llegar a Kanpezu: por Oteo y la maravillosa villa medieval de Antoñana, o por Orbiso, donde te sorprenderá esta otra villa con casas del siglo XVI y fachadas preciosas, ventanas góticas y escudos…símbolo de un pasado bastante glorioso. En Kanpezu encontrarás un albergue público en muy buenas condiciones.