Maestu ha sido desde que era un jovencito su objeto de estudio, su devoción. A los 16 años recorría la Montaña Alavesa en busca de restos de otra época, y en una de esas salidas se encontró, cazando mariposas con una red, al gran fotógrafo alavés López de Guereñu, con el que entabló rápidamente conversación y una relación que duró toda la vida.
Lo mismo le ocurrió con la más importante historiadora de Álava, Micaela Portilla, a la que por casualidad le vendió una lechuga del puesto de sus tíos del mercado de Vitoria y años más tarde, se hicieron colaboradores y amigos.
Rufino se ha ganado el sueldo como ingeniero técnico pero su vida ha estado dedicada al estudio y ha sido el gran investigador de la historia de Maestu. Ha escrito una decena de libros y posiblemente sea la persona que más sabe del pasado de la localidad.
Estas son algunas de sus obras que puedes encontrar en la Fundación Sancho el Sabio de Vitoria y en la biblioteca pública del Ayuntamiento de Maeztu:
- Maestu, los Cerain y sus ferrerías.
- Las familias alavesas de ayer (Egresiae Maestu) .
- La fábrica de asfaltos naturales de Maestu-Leorza.
- Sobre nuestros viejos concejos rurales.
- Algunas cuestiones relacionadas con Álava en el ámbito vasco.