Cien animales y doscientas figuras humanas esculpidas en capiteles y arquivoltas, algunas con aire socarrón, otras en pleno llanto, hacen del Templo de Nuestra Señora de la Asunción en Tuesta una maravilla. Es tan elegante y original que se la conoce como la Catedral de Valdegovía. Su origen y las circunstancias de su construcción son misteriosas.
La comarca está llena de tesoros insospechados. Varias iglesias románicas que aún perduran intactas: la ermita de San Juan en Cárcamo y San Cornelio y San Cipriano en Bellojín con ábside semicircular. La de San Román de Tobillas tiene 1200 años, con muros prerrománicos es la iglesia construida más antigua del País Vasco y está en un lugar recóndito y precioso.
También hay restos prerrománicos en parte de la espadaña de la iglesia de Valluerca, un caso excepcional, y la espadaña fuera de la iglesia de San Millán en el pueblecito de Villamaderme es una de las más impresionantes de toda la península. Los dos retablos de San Martín en Bachicabo son algo único, uno barroco y el otro pintado en la pared de la iglesia. También hay puentes medievales considerados una joya, en Bergüenda y El Rabero en Villanañe.
La oficina de turismo ofrece visitas guiadas.