A lo lejos, una imponente roca donde se vislumbran unas ruinas: es el castillo de Marutegi.
La subida es un paseo corto y bonito, pero cuesta arriba. El peñón se encuentra a unos 870 metros de altitud. Compensan las preciosas vistas y la sensación de entender cómo era la vida en la Edad Media: la importancia de los espacios defensivos en lugares fronterizos como Araia, donde los reyes de Navarra y Castilla se enfrentaban por la expansión de sus reinos y la salida al mar, en el control del comercio con Europa.
En la cumbre y a los pies de la roca hay varias estructuras defensivas, destacando en lo alto la torre del homenaje. Recientes excavaciones arqueológicas han permitido datar su construcción en las primeras décadas del siglo XIII.