Las ruinas de este castillo, su torre y palacio, construidos durante el reinado de los Reyes Católicos a finales del siglo XV, se encuentran en un cerro en la pequeña sierra de Aldaia. De fácil acceso en coche o andando, verlos desde fuera ya merece la pena. Dicen que el diseño recordaba al castillo romano de Sant’Angelo y hasta el siglo XIX resistió en buen estado.
Fue residencia del poderoso linaje de los Guevara, condes de Oñate, y derruido tras la Primera Guerra Carlista. La Hermandad de Barrundia, de gran importancia estratégica para las comunicaciones entre Castilla, Navarra y Francia en la Edad Media, formaba parte del dominio de los Guevara y su castillo.
Texto y fotos: Fernando Sánchez Aranaz