La cerámica alavesa ocupó un lugar fundamental en la vida y prosperidad de Salvatierra. Su época más brillante tuvo lugar en los años 30 del siglo XX, con la fábrica “Cerámica Alavesa” creada por Dimas Ugarte Merino y varios familiares en 1912. De allí salieron azulejos preciosos con diseños costumbristas de pintores como los hermanos Arrue o el dibujante vitoriano, Obdulio López de Uralde Villodas.
Actualmente el museo al aire libre de cerámica decora las paredes de algunas calles de Agurain con réplicas en azulejos de diversas escenas de esa pintura costumbrista vasca.
En Agurain también se han dedicado desde antiguo al curtido de pieles. La curtiduría más famosa la crearon Dolores Acha y su esposo Julián López de Heredia.
La fábrica de curtidos y lavado de lanas Julián López de Heredia fundada en 1938 llegó a emplear a medio centenar de trabajadores y funcionó hasta 2009. Sus pieles fueron muy conocidas también internacionalmente, por el acabado “goxua”, suave y delicado. La fábrica se convirtió en un emblema de la arquitectura industrial alavesa con su chimenea de ladrillo.