Maeztu o Maestu, tiene un encanto señorial digno de recorrer. Calles sin coches, casas imponentes de piedra con escudos, muchas de ellas rehabilitadas, todo está muy cuidado en Maeztu. Empezamos la visita.
* Agradecimientos a Rufino López de Alda
Una forma de disfrutar guiada por la memoria
Maeztu o Maestu, tiene un encanto señorial digno de recorrer. Calles sin coches, casas imponentes de piedra con escudos, muchas de ellas rehabilitadas, todo está muy cuidado en Maeztu. Empezamos la visita.
* Agradecimientos a Rufino López de Alda
El palacio más importante fue la casa de los Maestu, luego perteneció a los Ceráin-Pascual, dueños de las ferrerías de la zona. Todavía hoy el gran escudo de los Ceráin -un blasón con un roble y un cordero- cuelga de los muros de este impresionante palacio barroco con balconadas de hierro.
También los Abreu, los Musitu y los Arana fueron otras de las grandes familias de la villa que aún hoy en día conserva ese gusto señorial, visible en los grandes palacios de piedra y las casas con escudos.
Foto: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz. E.Guinea.
La iglesia del siglo XV, ampliada en el siglo XVIII y XIX, está dedicada a la Invención de la Santa Cruz. Lo más curioso es que el reloj del templo tiene un papamoscas, un muñeco con batuta que sigue el ritmo de las campanadas. Su origen es un misterio que puede tener relación con un párroco ilustre que hubo en el pueblo allá por 1860, Don José Saez de Ugarte, Caballero de la Orden de Isabel la Católica, pudo inspirarse en Toledo o en Burgos, cuyas catedrales tienen papamoscas similares.
Este papamoscas posiblemente fue fabricado por Baldomero Martínez de Lahidalga, un primo de los famosos santeros de Payueta en Peñacerrada, de cuyo taller salieron bellísimas obras que adornaron retablos e iglesias del País Vasco. Hablamos de suposiciones, porque los documentos importantes de Maeztu se quemaron en las guerras carlistas.
La traída de aguas a Maeztu en 1860 fue uno de los hitos más importantes del pueblo: puso fin a la contaminación del agua y a la muerte de niños por disentería en verano. El alto índice de mortalidad en el pueblo se debía a que en Maeztu no hay manantial, muchas casas tenían pozos artesanos y el agua se contaminaba con los deshechos de las cuadras.
Cuando se negoció con el pueblo vecino de Vírgala Mayor la traída de aguas de su manantial, se construyó un lavadero, un abrevadero y la famosa fuente octogonal de piedra llamada de los 8 caños construida en 1865.
El empedrado de las calles del pueblo se hizo un poco antes, pero tuvo que ser interrumpido a causa de la guerra carlista.
Foto: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz. E.Guinea.
Desde lo lejos se divisa la antigua estación del ferrocarril vasco-navarro que entró en servicio en el año 1927 y se mantuvo operativa hasta 1965.
Es enorme teniendo en cuenta el tamaño de Maeztu y fue proyectada por Alejandro Peña Mendizábal, con un estilo Old English muy del gusto de la época. Ha sido rehabilitada, y hoy es la sede del ayuntamiento de Arraia-Maeztu.
La que hoy verás cerca de la carretera a Vitoria es una cruz de piedra erigida en los años 80, con un lienzo con los símbolos del martirio de Cristo. Desde tiempo inmemorial el primer sábado de mayo se va de romería hasta la cruz, y las mozas casaderas bordan un pañuelo con los símbolos de la pasión.
La persona más anciana de Maeztu es la encargada de colgarlo en la cruz. Antes se hacían rogativas a San Fausto y San Vitor, y se bendecían los campos con agua bendita para que las cosechas fueran buenas y evitar las plagas.
En Maeztu era costumbre cultivar patata, cebada, maíz, lino, cáñamo, trigo, avena, habas y arvejas.
Foto: Dibujo de la antigua cruz de madera realizado por Rufino López de Alda
Dicen que Maestu fue una “villa muy palomera”. En 1731 se tuvo que proclamar un bando “sobre el mucho daño que hacen las palomas a los sembrados” y se obligó a la ciudadanía a tener encerradas a sus palomas en sus palomares.
Estaba prohibido soltarlas durante los meses de abril y mayo, que era la época de la siembra del cáñamo y “otras minucias”, también en septiembre, durante la recogida de la lenteja y otros cultivos como el maíz, el lino, la avena, las habas y las arvejas.
Foto: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz. E.Guinea
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