Se celebra hace más de 500 años todos los 4 de julio con el nombre de El Barte, un pan gigante de maíz que se bendice y se degusta.
Tras lanzar un cohete, vecinos y vecinas de Larrea se acercan andando a la minúscula ermita de San Martín de Tours en el pueblo vecino de Hermua, a 1 kilómetro.
Se toca el txistu, se baila el aurresku “tan antiguo y tan nuestro”, se pasa lista, y se celebra una misa en torno a la imagen de San Martín de Tours.
El origen de esta tradición podría ser la ayuda que dio Hermua a Larrea a causa de una epidemia. Como agradecimiento la imagen de San Martín pasó a la ermita de Hermua, con la condición de poder ir a visitarla una vez al año.
Otra versión del origen de la romería es una sentencia del siglo XVI que dirimió diferencias sobre pastos y aguas entre los dos pueblos y en la que se estableció el derecho de Larrea a “montar juego de bolos y hacer danza” en Hermua el 4 de julio de cada año, so pena de perder los derechos de pasto en el monte Armuegi.