Parte de la historia de Maestu se conserva todavía hoy en la Fuente de los 8 caños, las grandes casas de sillería y la iglesia parroquial, con su gracioso papamoscas.
En la plaza del pueblo, la preciosa fuente octogonal nos recuerda la traída de aguas al pueblo (1860) y enfrente, el gran palacio barroco que fue la casa de los Ceráin, el linaje más importante de Maestu desde el siglo XVI y dueños de las ferrerías de la zona con su gran escudo que muestra un roble y un cordero.
Junto con los Ceráin, fueron los Maestu, los Abreu, los Musitu y los Arana las otras grandes familias de la villa que aún hoy en día conserva ese gusto señorial, visible también en la iglesia de la Santa Cruz. En las bóvedas del templo aparece el escudo de los Gauna, señores de Maestu por los servicios prestados al rey castellano en el siglo XIV.
El reloj de la iglesia de Maestu tiene un papamoscas, un muñeco con batuta que sigue el ritmo de las campanadas. Su origen es un misterio que puede tener relación con un párroco ilustre que hubo en el pueblo allá por 1860. Don José Saez de Ugarte, Caballero de la Orden de Isabel la Católica, pudo inspirarse en Toledo o en Burgos, cuyas catedrales tienen papamoscas similares.
Este papamoscas posiblemente fue fabricado por un primo de los famosos santeros de Payueta en Peñacerrada, de cuyo taller salieron bellísimas obras que adornaron retablos e iglesias del País Vasco.