En su versión alavesa, la riqueza paisajística de la cadena montañosa más alta de Euskadi, con sus interminables hayedos y sierras calizas, es simplemente impresionante. Se pueden explorar muchas rutas como la del túnel de San Adrián, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y atravesado por la calzada medieval, que forma parte del Camino Real y el Camino de Santiago.
En Araia termina la tercera etapa del Camino Ignaciano, una de las más bellas. Son 18 km. bastante exigentes y bien señalizados desde el santuario de Arantzazu hasta Araia, por uno de los lugares más emblemáticos de Euskadi. Se sigue el camino que en 1522 hizo el santo más universal vasco, Iñigo de Loyola, desde su casa hasta Manresa.
La salida desde el espectacular Santuario de Arantzazu es empinada y en zigzag hasta las preciosas campas de Urbia. El fin de la etapa en Araia por una pequeña carretera asfaltada poco transitada, tiene como recompensa los bares cercanos a la iglesia y al ayuntamiento.
Hay un impecable albergue municipal que abrió sus puertas a principios de 2022 y tiene 16 plazas.